BAGDAD- El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, rechazó ayer los pedidos referidos a formar un gobierno de unidad en el país, profundizando así la crisis política en medio del avance de los yihadistas del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), que coparon un gran campo de extracción de petróleo y gas.
“La llamada a formar un gobierno de salvación nacional constituye un golpe de Estado contra la Constitución y el proceso político”, afirmó Al Maliki, citado por la web independiente Al Sumaria News. El mandatario también rechazó la posibilidad de renunciar.
Uno de los que pidió la formación de un gobierno de unidad fue el secretario de Estado estadounidense, John Kerry. El martes, tras visitar la región autónoma kurda del norte de Irak, Kerry llegó a anunciar que los líderes políticos del país estaban preparados para formar un gobierno de unidad en el que chiítas, sunnítas y kurdos tendrían la misma representación.
Sin embargo, Al Maliki, en el poder desde 2006, aspira a un tercer mandato. Ayer dijo que acudirá a la primera sesión del nuevo Parlamento prevista el 1 de julio, cuando deben comenzar los procedimientos para nombrar a un nuevo primer ministro.
Su partido Coalición del Estado de Derecho ganó las los últimas elecciones celebradas en abril, consiguiendo 98 de los 328 escaños de la cámara. Pero necesita un socio para formar gobierno y muchos políticos sunnítas y chiítas se niegan a colaborar con él.
“Los rebeldes contrarios a la Constitución se aliaron con el ISIS y con el partido Baaz (de Saddam Hussein)”, dijo Al Maliki, acusando a sus rivales -aunque sin nombrarlos- de colaborar con las milicias islamistas que desde hace semanas combaten contra el Ejército para hacerse con parte del país.
Ataque y avance
En este sentido, los yihadistas tomaron ayer el campo de Adshil, uno de los mayores de petróleo y gas en el norte del país, informaron fuentes de la seguridad iraquí. Los insurgentes controlan el campo de extracción situado al suroeste de Kirkuk y a unos 250 km al norte de Bagdad.
De todas formas, tropas de élite del Gobierno recuperaron el control total de la mayor refinería petrolera del país en la ciudad de Biyi y de los accesos por la ruta a el lugar. Según fuentes de seguridad, el Ejército mató a 16 personas e hirió a otras 30 durante ataques aéreos. El ISIS y las fuerzas del Gobierno iraquí llevan casi una semana luchando por hacerse con el control de la refinería de Biyi y generaron informaciones contradictorias sobre los avances de unos y otros. (DPA)